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Pintamos un ojo paso a paso con los lápices de colores LYRA Rembrandt Polycolor.

El lápiz de color consiste en una mina de pigmento aglutinado con cera y aceites, envuelta en un cartucho de madera. La fijación del color se da al frotar sobre el papel esta mina. Dependiendo de la composición del lápiz podremos crear multitud de tonos mediante la superposición de colores creando mezclas visuales o mezclando la materia sobre el papel.

Los lápices de color LYRA Rembrandt Polycolor siempre han sido reconocidos como una de las mejores opciones de alta calidad para el trabajo con lápices de color, siendo muy populares entre artistas gráficos y diseñadores. La mina de estos lapiceros se ha aumentado a un diámetro de 3,7 mm, lo que permite un mejor rendimiento y una mayor durabilidad. Además, contienen pigmentos permanentes resistentes a los rayos UV, manteniendo la vibración del color durante mucho mas tiempo. Su textura y suavidad permiten una aplicación uniforme sobre el papel.

En este artículo vamos a adentrarnos en el mundo de los lápices Polycolor pintando un ojo paso a paso.

Vamos a utilizar el pack de lápices Polycolor de 12 lapiceros que viene presentado en una elegante caja metálica, recubierta por un cartón perfectamente serigrafiado.

Esta presentación no solo protege los lápices, sino que también transmite la calidad y el cuidado que se ha puesto en su fabricación. La caja metálica es ideal para mantener tus lápices organizados y protegidos, lo que facilita su transporte y almacenamiento. Contiene los colores blanco, amarillo limón, naranja claro, rojo geranio claro, carmín oscuro, azul claro, azul de Prusia, verde savia, verde manzana, pardo Van Dyck, rojo veneciano y negro. Resulta sorprendente la ausencia de magenta en esta selección, aunque su sustitución por tonos similares o incluso combinación de magenta y cadmio rojo como es el geranio claro, no va a resultar ningún problema a la hora de abordar cualquier proyecto.

Sin embargo, como siempre decimos, las acciones hablan más que las palabras, así que vamos a poner en práctica estos colores, poniendo a prueba su potencial a través de un proyecto. Vamos a realizar la ilustración de un ojo, en este caso sobre papel de dibujo con base tonal para lápiz de color. Esta base de color nos dará un tono con el que interactuar y la opción de comprobar la cantidad de pigmentación y capacidad de opacidad de los colores.

Comenzamos trazando un esbozo suave del ojo con el lápiz de tono laca geranio para comenzar a incorporar cálidos a nuestro fondo verdoso, enfatizando las líneas de contraste y sombra.

 

Seguidamente añadimos, en su generalidad, luces frías con azul claro y luces cálidas con amarillo, creando contrastes lumínicos y posicionando el volumen básico creado por las zonas de luz y de sombra.

Mediante tramas suaves trabajamos en capas, agregando tonos medios y oscuros con los lápices Polycolor según las necesidades de nuestro trabajo. Utilizamos el carmín oscuro y el verde permanente para reforzar las sombras y los tonos más profundos. No hay que temer con la experimentación, superponiendo trazos y creando mezclas ópticas para obtener efectos de color y transiciones suaves. Intercalamos capas más claras con zonas mucho más oscuras para lograr un adecuado sentido de volumen y profundidad.

Cuando ya tengamos bien planteados los brillos altos y medios, introduciremos los tonos pardo Van Dyck, rojo veneciano y negro. Creando los contrastes necesarios que nos permitan ver las carencias de nuestro trabajo. Tras los últimos retoques finalizamos aumentando los puntos de claridad incidiendo con nuestro lápiz blanco.

En la ejecución los lápices se comportan estupendamente. Desde el primer trazo te das cuenta de que son lápices altamente pigmentados y de una alta tinción. No presentan ningún problema con el trabajo de rayados finos y ligeros. La superposición de colores crea tonos mixtos sin problemas. Si bien la mezcla matérica es algo complicada, sí que se crean zonas en las que se crean esas interacciones en “húmedo”. A pesar de que inevitablemente el aglutinante a base de cera y aceites tapa el poro del papel, los lápices siguen descargando en mayor o menor medida color sobre las zonas en las que ya tenemos mucha materia. Lo cual es fundamental a la hora de correcciones y de introducir zonas de luz y brillos con nuestro lápiz blanco.

En conclusión, los lápices Polycolor son una herramienta de indiscutible calidad y un elemento imprescindible para cualquier dibujante, ilustrador o diseñador que aspire a elevar sus creaciones a un nivel superior. Con este pack tendrás todo el color y fiabilidad que necesitas para tus obras.

Lyra Rembrandt Polycolor aquí.

 

 

 

 

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