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Guía práctica: set de iniciación al óleo Georgian.

Cuando nos adentramos en una nueva técnica pictórica, es común tener dudas e indecisiones sobre qué materiales comprar. Si queremos explorar el mundo del óleo, estas dudas aumentan debido a la gran cantidad de marcas y colores disponibles en el mercado, con diferentes calidades y precios. En este sentido, Daler Rowney nos ofrece una solución sencilla y completa para aquellos que buscan una gama media de calidad para iniciarse en esta técnica con el set de óleos Georgian de iniciación.  

Su packaging es sencillo pero eficiente, con una caja de cartón y un blíster de plástico que mantiene los tubos protegidos. Los colores que encontramos en este set son el blanco de titanio, amarillo cadmio, rojo cadmio, ultramar francés, verde esmeralda y sombra tostada. En tubos de 22 ml con la selección de colores que siguen el esquema del antiguo círculo cromático de amarillo, rojo y azul, lo que permite a los artistas crear mezclas agrisadas y más neutras con facilidad. A primera vista se nota, al salir del tubo, que la consistencia es densa y firme, sin problemas de desligamiento del aceite o encapsulamiento del pigmento. Lo cual denota un excelente amasado del aglutinante y el pigmento.

Pero, ¿cómo se comportan estos colores en la práctica?. Para comprobarlo, hemos realizado un pequeño motivo floral utilizando la selección de colores de este set de iniciación. Para pintar, usaremos un diluyente y un médium alquídico, junto con pinceles redondos blandos y duros.

Una vez tenemos el dibujo preparado, empezamos con una aguarrasada similar a la acuarela, utilizando el color principal de la composición, el verde esmeralda, como base. A continuación, declinaremos este color hacia tonos más oscuros utilizando el azul ultramar, y hacia tonos más claros con el amarillo cadmio. Aumentando la cantidad de trementina conforme necesitemos más o menos color.

Es importante tener en cuenta las luces y conservarlas, o “sacarlas” con un trapo si es necesario. En este proceso, evitamos frotar demasiado para no eliminar el dibujo, y así no perdernos en las capas medias y finales. Utilizamos un pincel blando que nos permita cargar mucho aguarrás para trabajar con fluidez sobre toda la superficie.

En cuanto al fondo, podemos elegir un fondo neutro, pero en este caso hemos optado por mezclar los colores tierra sombra natural, amarillo rojo y verde para crear un nuevo tono de tierra algo más neutro que el sombra tostada, pero igualmente cálido para que nos sirva como fondo ligero y de contraste.

El comportamiento de los óleos en esta fase de aguarrasada ha sido excelente, permitiéndonos trabajar con rapidez gracias a su buena fluidez y facilidad para disolverse con el aguarrás. Podemos dejar secar esta primera capa o simplemente dejar que se asiente y se evapore ligeramente el aguarrás para continuar con las siguientes capas.

Continuemos el trabajo utilizando una densidad media y llevando los óleos al límite para buscar el máximo grado de fluidez, capacidad de tinción y opacidad. Es importante recordar mover la materia entre los tonos fríos y cálidos, utilizando médium alquídico para conseguir la fluidez deseada. En este grado de fluidez, el blanco y el amarillo cadmio pueden tender a transparentar, un buen indicador sobre la calidad de la pintura ya que el cadmio amarillo es el único amarillo opaco y el blanco es el 60-80% de nuestras mezclas pictóricas. Ambos colores tienen un poder de tinción medio y opacidad media, por lo que será necesario esforzarse en conseguir los tonos más claros. Tras dejar secar la capa de fluidez media, procederemos a probar los óleos en su grado más puro con empastes y capas gruesas aplicadas con pincel de cerda dura.

Para la última capa de nuestro pequeño estudio, es importante buscar colores puros y saturados que nos permitan valorar el poder de tinción y opacidad de los pigmentos en su estado más natural. En este caso, se recomienda utilizar la pintura directamente del bote o mezclada entre sí, sin adicionar ningún tipo de aguarrás o de medio.

Al aplicar la pintura en su grado más puro con un pincel de cerda dura, se puede observar que la pintura se distribuye con facilidad, todos los tonos se mantienen opacos y tapan por completo todas las capas inferiores, incluyendo las aguarrasadas y las de materia media. Proporcionando una capa espesa sobre el lienzo, manteniendo adecuadamente la marca de las cerdas del pincel en la materia.

Tras esta exhausta prueba podemos afirmar que el set de óleos Georgian de la marca Daler Rowney nos proporciona un material más que digno para comenzar a trabajar al óleo. Una gama media que roza las gamas altas. Con un pigmento bien molido, poder de tinción y opacidad, unido a una buena densidad matérica, da como resultado una materia versátil y confiable que nos permite pintar cualquier motivo al que queramos enfrentarnos. 

 

 

Puedes encontrar diferentes sets de Georgian según tus gustos y tus necesidades aquí.

 

 

 

 

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